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miércoles, 11 de junio de 2014

LA PIEL EN EL EMBARAZO

Cualquier blog de maternidad habla en algún momento del tema de hoy: estrías y manchas en la piel durante el embarazo. ¿Lo estabais deseando, verdad? ¡Qué viva la Pepaa! Vamos al lío y quitémonoslo de encima cuanto antes.

Cuando estás preñada hay que volverse un poco Srta. Potingues porque hay que echarle un cable a nuestra piel, en esos meses, aquí la amiga, se porta como una campeona, así que mimadla más de lo normal.

Contra las estrías
Por las mañanas usaba nivea de lata azul mezclada con unas gotas de aceite de rosa de mosqueta. Por las noches usaba Trofolastin, que huele un poco regular, todo hay que decirlo. (también hay antiestrías buenos, pero que no he probado de Mustela, Suavinex, Bephantol..)

Me lo aplicaba sobretodo en la tripa, en menor cantidad en los pechotes y me limpiaba las manos en los muslos. Si a mitad del día notaba que me picaba la tripa, me echaba otra vez. Empecé con los potingues en el segundo mes de embarazo y continué hasta que N tuvo 2 ó 3 meses, cuando la piel ya estaba en su sitio.

Si me volviera a preñar, usaría lo mismo, porque me fue genial. No me salió ni una estría.

Como alternativa, más barata, y creo que igual de eficaz, podéis usar aceite de almendras, eso es lo que hizo miermana y tampoco tiene ninguna estría.

Contra las manchas producidas por el sol
En invierno usé crema hidratante con spf 15, como siempre. En verano, subí al 50, tanto en cara como en cuerpo.
Yo soy muy blanca de piel y hubiese sido raro que me salieran manchas, pero si eres morenita, extrema la precaución, puedes usar cremas de Bella Aurora por ejemplo, que son especiales anti-manchas.


Puede, que incluso con estos cuidados, os salgan manchas o estrías, pero seguro que en menor cantidad, así que no me seáis perracas.

39 semanas estrias

estrias



miércoles, 29 de mayo de 2013

VESTIR EN EL EMBARAZO

Hoy os quiero dar ideas para vestir en el embarazo sin gastaros un dineral. Yo no compré ni una prenda específica para embarazadas.

Ropa que compré en tiendas low cost:
-Mallas de una talla más de la que suelo usar.
-Camisetas de un par de tallas menos para marcar la barrigota, porque normalmente voy bastante sueltita.
-Bikini dos tallas más de pecho y una talla más de culo.

Prendas que rescaté:

-Hace unos años se llevaban los vestidos ceñidos bajo el pecho, es el momento de sacarlos del trastero.

El resto de ropa que usé, es habitual en mi armario. Si obviamos las pintas que llevaba (llevo) cuando sacaba a la perra, el resto del tiempo iba muy mona y no creo que me gastara más de 50 euros en total.


vestir embarazo

ropa embarazada


domingo, 27 de enero de 2013

EL DESTETE


Siempre que se pueda, lo ideal es dejar la teta paulatinamente. Será lo mejor para tu cuerpo y para el del pichón. Pero si no se puede, siempre está "la pastilla" esa que dan los médicos.

En mi caso, a los 5 meses dejé la lactancia exclusiva. A medida iba introduciendo la fruta y las verduras fui quitando tomas. Por ejemplo:
En la toma de la tarde le daba su papilla de fruta y a continuación le ofrecía la tetorra. Según fue comiendo más fruta iba tomando menos teta, hasta que un día con la fruta tuvo suficiente. Hice lo mismo en la comida y la cena, hasta que solamente me quedó la toma de antes de dormir y la de la mañana. Esto duró unos 2 ó 3 meses. En ese tiempo, cosas de la vida, dejó de tomar biberones.

De repente, en una de esas tomas que aún le daba, ¡MORDISCO! ¡Coñe, que dolor! N ya tenía unos cuantos dientes, pero nunca me había mordido. Pensé que era una cosa aislada y continué con esas tomas. Hubo 2 mordiscos más (el último con sangre), hasta que me di cuenta de que le daba el pecho con miedo. Como ya os comenté, la idea era disfrutar, no acabar con una contractura en el cuello de la tensión. Le dimos la bienvenida al biberón.

Resultó que a N le habían dejado de  gustar las tetinas de los biberones. Después de probar diferentes tipos y vasitos, di con este biberon horrible, que es mano de santo, oiga. Primero me quité la toma de antes de dormir y por último la de la mañana.



Yo tardé 3 meses en quitarme toditas las tomas, pero miermana lo hizo mucho más rápido. El problema de hacerlo así es que a veces las tetas duelen. Siempre que podáis ir haciendolo muy poco a poco, os ahorraréis dolores.

Si por ejemplo, tenéis que reincorporaros al trabajo después de la baja, yo que vosotras, un mes antes me iba quitando las tomas de las horas de trabajo, y sustituyéndolas por biberón (o podéis ordeñaros en el curro, pero a mi eso me parece un coñazo, hablando en plata). Que dejéis esas tomas no quiere decir que os quitéis todas, podéis hacer una lactancia prolongada si os apetece, el cuerpo es sabio y se adapta. Esa es vuestra decisión.



Os recuerdo que esta es mi experiencia. Cada lactancia es diferente, por esa razón termino esta semana con una lista de enlaces de testimonios de madres y sus correspondientes lactancias.

desmadreando se quita la culpa que nunca debió tener
fina endorfina da el do de pecho
un saltamontes en mi cama consigue pasar de la lactancia mixta a la exclusiva
entremadres la (proscrita) liga del biberón
la vida con david una lactancia prolongada y una mente abierta
la niña sin nombre al borde del divorcio por el destete
solomillito se quita la barba por culpa de la desinformación
no es un desfile de modelos nos enseña las peras
todo mundo peques le da cerita a una periodista con pocas luces
batallitas de mamá nos cuenta su lactacia
madre primeriza lo que nadie cuenta del destete
mama feliz nos dice las verdades
blog de una madre desesperada y su lactancia mixta
la libreta de mama lactancia con un bebé con intolerancia a la proteina de la vaca
ser mama de una floreta lucha por su lactancia
mamá teclea y acuna pide respeto
somos múltiples nos da claves para la lactancia con gemelos o mellizos
mis gnomitos y yo le sacan la lengua y le da swing
de color azul lila mejor no dar explicaciones
nihon mon amour siempre que sea posible
peripecias de mami cronica de una destete anunciado
peineta, pitxos y su monillo un consejo sabio en un momento difícil
mamis y bebés la misma información: dos hijas, dos lactancias
runner mami 17 meses de lactancia y las cosas bien claritas
Bebés de pecho ella consiguió lo que se proponía

Quiero poneros dos links más, para mi son muy especiales. Son dos testimonios que han escrito especialmente para este post porque yo se lo he pedido:

El primero es el de miermana. Puedo deciros que he sufrido más su lactancia que la mía y que maldigo el día en el que decidió dar el pecho. Ella no opina lo mismo y además os lo cuenta sin florituras ni dramatismos.

El segundo es de una amiga, se lo pedí porque es diabética y me resulta muy interesante. Seguro que algún dia llega aquí embarazada diabética  y le gustará leerlo.

viernes, 25 de enero de 2013

PLANES Y HECHOS



Iba a escribir un relato detallado sobre mi lactancia, pero he empezado tres veces y quedaba demasiado largo, me aburría hasta a mi leerlo. Se me ha ocurrido hacer esta cosa rara para amenizar:

El plan- Según nazca, al pecho.  X
Los hechos- Sufrí una cesárea, por lo que me tuvieron mas de dos horas en una sala de recuperación. En ese tiempo, N se tomó un biberón por prescripción médica, sin compasión.

El plan-  Usar la posición "acostada" siempre que se pueda, y más en las tomas nocturnas. X
Los hechos-  A la niña esa no le gustaba un pelo, así que desde la primera noche (cuando conseguí incorporarme) le di la teti sentada, como a ella le gustaba.

El plan- Vigilar que mame bien: boca abierta y oreja bailonga.
Los hechos- N era una mamadora nata, el mérito del éxito de mi lactancia es que ella lo tenía claro.

El plan- Nada de chupetes. X
Los hechos- Creo que fue al 5º día de vida cuando mi suegra le metió un chupete, se la veía muy contentita y así dejaba de meterse todos los dedos en la boca. Podéis ampliar información aquí.

El plan- Llevar la subida de la leche con filosofía. X
Los hechos-  Creo que no se puede llevar la subida de la leche con filosofía, es lo peor de la lactancia, al menos de la mía. Se me pusieron las tetas enoooormes y duras como piedras. Parecían de mentira, como las dibujaría un niño. Lo que lloré ese día, y no de dolor (que también), sino de verlas, ahí, como si fueran un "ser extraño".  Duchas calientes, masajes y sacaleches fueron la solución. (me estoy acordando y me recorre un escalofrío por el cogote)

El plan- ¡A cuidarse las tetis!
Los hechos- Seguí unos meses con la misma rutina de cremas que en el embarazo, añadiendo el purelán a los pezones cuando lo veía necesario. No puedo decir que tenga las tetas igual que antes de quedarme embarazada, pero no están mal.

El plan-  Pasarme por el forro la opinión de la matrona sobre los sacaleches (ella los tachó de instrumentos del infierno)
Los hechos- El sacaleches me vino que te cagas. Ahí Nati patinó. Lo usé durante toda la lactancia por diferentes razones: para descongestionar el pecho, para hacer biberones con mi leche o para preparar las primeras papillas de cereales.

El plan- Disfrutar la experiencia, no ser una mártir-mamá.
Los hechos- Fue un lema que mantuve, no le veo yo la gracia a sufrir haciendo algo que se supone debe ser bonito, que no.. que no le veo yo lo bonito a sufrir. Me faltó el canto de un duro para dejarlo en varias ocasiones, pero al final estuvimos unos 8 meses.

El plan- Mis amigos no me van a ver las tetas, no no no.. vergüencita.
Los hechos- Hay madres que dan el pecho y no se les ve nada (son muy apañadas), yo no soy de esas. Yo necesitaba sacarme tooooda la tetorra al aire (alegría, alegría).  La solución es bastante simple: dar el pecho en habitaciones sin gente que te moleste. Llamadme Doña Huraña si queréis.

El plan- Evitar que la leche me juegue malas pasadas. X
Los hechos- Podría decirse que con los discos se tiene controlado, pero a veces, después de la ducha, dos chorros muy traviesos salían escopetados hacia el espejo. Y en más de una ocasión, durante una parada técnica de N en medio de una toma, le he metido un chorrazo en el ojo a la pobre. Mis tetorras estaban cargadas y eran de gatillo fácil.

El plan- De vez en cuando tomará biberones de mi leche para que yo pueda hacer mis cosas.
Los hechos- Pues sí, ese plan maligno para tener vida, lo medio conseguí. Al mes ya estaba sacando a la perra por las mañanas, solo me iba una hora, pero el padre novato se quedaba más tranquilo con un biberón al que echar mano. También pude ir al cine y a alguna fiesta loca de madres blogueras. Dejaba un biberón (o dos) con mi leche  y me iba tan tranquila, sin remordimientos ni nada, ay ay ay..

Como véis ni tuve muchos problemas, ni soy una madre coraje, ni pude hacer todo lo planeado. En resumen fue una lactancia bastante molonga, la niña se crió bien y yo comí como una cerda, cosa que me encanta.




El domingo os espero con la última entrega de "semana de lactancia. Capítulo 4, "dejando el pecho"


miércoles, 23 de enero de 2013

PREPARACIÓN A LA LACTANCIA

El padre novato y yo acudimos a las clases de preparación al parto. Mi matrona era guay (se llama Natividad, muy propio) y nos dedicó un día a la lactancia. Lo que os voy a resumir hoy, es lo que me parece más útil de lo que aprendí aquel día.



Ninguna lactancia es igual a otra, como no hay una madre o un niño igual a otro, pero algunas cosas funcionan para la mayoría. Hay algo que tienes que tener claro si vas a dar el pecho: Cuanto más succiona tu pichón, más producen tus tetorras.

Según Nati, la leche tarda entre 2 y 5 días en subirte, pero no por ello el bichillo pasa hambre, tus tetis le darán calostro (palabro del horror) que tiene todo lo necesario para esos primeros días.


Pongámonos en modo tetil. Imaginaos en el hospital, con vuestro pichón y vuestro calostro fardón:

-Le ofreces un pecho izquierdo, mama durante 20-30 minutos, cambias de pecho y que mame lo que quiera.
-Dejas pasar unas 3 horas (si te pide antes, te sacas la teta y la pones a trabajar)
-Ahora toca  el derecho, que es el último que succionó. Otra vez 20-30 minutos. Termina y le ofreces el otro pecho, succiona por ejemplo, 8 minutos y se queda troquel.
 -Dejas pasar esas 3 horas o menos, según se tercie y ¿cuál toca ahora? La izquierda ¡Muy bien!

Este es el principio, luego ya le pillarás el tranquillo.

Es bueno que te vacíe todo lo posible al menos un pecho en cada toma, porque la leche del principio es más ligera y al final es donde está la grasa que hace las lorcillas de bebé.

Intentad que no se duerma mientras succiona (al menos la primera semana), porque entonces no mama. Le podéis hacer cariñitos en la oreja o pellizquitos en el pie.

Cuando vayáis a la primera revisión con el pediatra y os digan que coge peso y está todo bien, podéis empezar a alargar las tomas si no os pide antes la teti, pero vamos, hasta que no son un poco más grandes no aguantan mucho más de tres horas sin comer (La hija de una amiga dormía 8 horas seguidas con 1 mes. Así que no perdáis las esperanzas, lo mismo os toca la lotería como a ella)


5 TRUQUIS QUE TE VENDRÁN BIEN

1 - Después de cada toma extiende un poco de tu propia leche por el pezón eso ayuda a que no salgan grietas. Si ves que no es suficiente, aplícate Purelán, a mi me vino genial.
2 - Usa una pulsera, imperdible, lazo o similar para recordar la última teta que le diste. Al principio las tendrás tanto rato fuera que es un  lío total.
3 - Acostumbrate a usar discos de lactancia, a veces hay escapes y da mucha vergüencita.
4 -¿Le tienes que sacar la teta de la boca de repente? No seas burra, que te puedes hacer daño. Mete un dedito en la comisura de sus labios y así quitas el vacío que hacen ¡Es flipante la potencia que tienen!
5 - Asegurate que tu pichón mama bien. Debe tener un buen trozo de pezón metido en la boca, no solo la puntita. Con la boca bien abierta y que se mueva su orejita cuando mama.


Puedes adoptar muchas posiciones para dar el pecho, pero sin duda estas son las más famosas, supongo que por eficaces y cómodas:





lunes, 21 de enero de 2013

TETA O BIBERÓN


Cuando estaba embarazada, antes de que nadie me preguntara, y sin saber demasiado sobre el tema (ya sabéis que yo voy por libre), ya tenía decidido que iba a darle el pecho a mi pichón. Pero no por ello pasé por alto la presión  que ejerce la sociedad en las embarazadas y madres recientes. Parecía que había tomado la "decisión correcta".  Si hay algo que tengo claro, es que lo fue, pero no por las razones que me daban, sino porque fue mi decisión. Si por otros motivos, hubiese decidido darle biberón, esa hubiera sido también la decisión correcta.

Así que, amiga embarazada, no dejes que te impongan nada, es TU ELECCIÓN. Tienes derecho a cambiar de opinión sin que se te echen encima. Cada caso es diferente, de todas las madres que conozco, absolutamente ninguna, ha tenido una lactancia igual al resto.

Aquí tienes una lista, a lo mejor te ayuda en algo:


Si aún no lo tienes claro, puedes esperar a tener a tu bicho en los brazos y decidirlo en el momento, aunque el tema hormonal puede jugártela,  así que creo que es recomendable que vayas con una idea de lo que quieres hacer. Recuerda que nunca será una decisión inamovible, la vida da muchas vueltas.  Sobretodo no te amargues, ni pienses que lo haces mal porque las cosas no salgan como esperas. Adáptate al medio y disfruta, sobretodo disfruta.



Por cierto, el útimo post de la semana pondré una lista de enlaces con testimonios de lactancia, si tienes un blog y has hablado de ello, mandame el enlace por email.


martes, 23 de octubre de 2012

DE PELOS

Tengo el pelo finústico, sin peso y además se me enreda. Me obsesiona ligeramente (mucho), he probado mogollón de pontigues pero solo hubo una cosa que me dejó un pelo molongo de verdad: El embarazo.

Creo que empezó durante el segundo trimestre, practicamente no se me caía, estaba más brillante y con un volumeeeen..Waaaaaahh... ¡Melena de leona! Era tan feliz capilarmente hablando.  La alegría se extendía al resto del cuerpo,  porque en vez de crecerme más pelos también en las piernas, me duraba más la depilación, maravilla maravillosa.

Lo malo llega depués de parir, al parecer "no se vale" estar feliz con tu pichoncito y con tu nueva melena, no no no.. Demasiada felicidad empacha. Chata, no te acostumbres tan rápido, Doña Pelito Finito tiene que volver. Entre el tercer y cuarto mes de lactancia perdí una cantidad de pelo que no es normal (a mechones, esto deja tarada a cualquiera). Tenía menos que antes del embarazo, menos mal que al pasar los meses he recuperado mi antigua cantidad. Ahora la veo con mejores ojos, pero echo mucho de menos mi melena de leona del embarazo.

Esto no le pasa a todo el mundo, supongo que depende de muchos factores (ciclo del pelo, estrógenos, alimentación, etc), ya sabéis que cada embarazo es un mundo, pero aquí  podéis ver el testimonio de begobolas.



jueves, 26 de julio de 2012

ACHAQUES DE EMBARAZADA: VÓMITOS

Hoy quiero hablaros del achaque más famoso, el más fardón, el que todas quieren, la niña bonita, la sal y la pimienta del embarazo, el.. ¡vale! Que sí, que lo he puesto en el título y ya no hay emoción: Los vómitos.

Las chicas finas, entre las que no me incluyo, dicen "náuseas matutinas", pero a mi ese término no me gusta nada por dos razones:

La primera y fundamental, porque yo no tuve náuseas, lo mío eran vómitos hechos y derechos, de cuchillo y tenedor. Esos que te desgarran el alma y te queman los higadillos. La segunda, porque "matutinas" no me parece el calificativo perfecto para algo que hacía, la mayoría de las veces a las siete de la tarde. La cita al walter a esa hora era sagrada, aunque a veces le deleitaba con visitas a deshoras, para no se perdiese la magia.

Empecé con vómitos a las 6 semanas de embarazo. Había ciertos alimentos que no aguantaban en mi estómago más de media hora (es oscuro y tenían miedito). Otros, con solo nombrarlos, me producían arcadas. Y como colofón, estaban los olores, puf.. eso sí era duro, porque cuando me llegaba un aroma del horror, el vómito era instantaneo.

Creo que durante los primeros meses subsistí a base de pan, tortilla de patata, ensaladilla rusa y queso de Burgos. Al final opté por llevar siempre un mendrugo de pan en el bolso, porque las clásicas galletas me daban ardores. Ahora sé que hay unas pastillitas que ayudan un poco a controlar este tema. Pero en su día yo no lo sabía porque, cuando mi matrona me preguntaba qué tal lo llevaba, mi contestación era "bien, vómitos y tal", ya sabéis por mi post del parto que yo no soy de quejarme mucho.

Al concluir el cuarto mes se fueron por donde llegaron. Alguna vez volvían, por aquello de rememorar tiempos pasados, pero eran vagas sombras del ayer.


Lo único bueno de los vómitos es que puede que seas una de las afortunadas que se libran, pero si te toca sufrirlos, no te amargues porque...


jueves, 14 de junio de 2012

MI PARTO

Me encantaría poder hablaros de un parto de libro (el que en yo, ilusa de mí, creía que iba a tener) pero como siempre, solamente puedo contaros lo que he vivido en mis carnes. Yo no soy de las que dicen "el parto se olvida" no no no.. yo lo recordaré toda mi vida, y aquí dejo el testimonio. Si no os apetece leerlo, podéis ir directas al dibujito de abajo.

En la madrugada del 3 de noviembre (semana 39), me levanté, como siempre a echar un pisecito. Ahí, sentada en el trono, vi que había manchado, más de lo normal, las braguitas. Pero como soy así, no le di mucha importancia "me habré meado" , le dije al padre novato "total, mañana tengo monitores".

Por la mañana terminé las bolsas para el hospital y me fui en metro al hospital. Justo ese día nadie me dejó el asiento en el metro, ¡¡mu fuerteeeee!!En fin, que llego a las 10 de la mañana a los monitores, me los hacen y cuando me siento a hablar con la gine, le digo "ah, por cierto, esta noche he echado un liquidillo, pero no sé si ha sido pis" (como véis yo soy muy ligera). Me exploran y me dicen "ya te quedas, tienes una fisura en la bolsa". Llamo al padre novato, que había tenido que ir al dentista y tenía la boca dolorida, para que se venga y traiga las bolsas.

Me llevan al gine de urgencias, me vuelve a explorar (eso ya es un no parar), me sacan sangre y me ponen la maldita vía. Llega el padre novato, yo le estoy esperando en camisón y ¡¡¡pañal!!! (tope sepsi). Nos llevan a la sala de dilatación. Otra exploración, para no perder ritmo.

A las 14:00 hacía 12 horas que me "había meado" así que empezaron a provocarme el parto y darme antibióticos. Embarazadas mías, no os asustéis, se sigue generando líquido, N estaba tan pancha en mi tripa. Otra exploración y de paso, "te meto una cosa por el chiringongui, que te va ayudar a dilatar" obviamente, no son las palabras textuales de la matrona, pero estas sí "Uy… un dedito, tienes el cuello muy duro".

De 14:00 a 4:00 de la madrugada: exploraciones, paseos, contracciones, paseos, esto no avanza, paseos, un enemita, water con retortijones y contracciones, cama, water igual que antes pero más espectacular, paseos, contracciones, exploración, agotamiento. Conclusión: me hice varios km recorriendo el pasillo de la maternidad, seguí sin dilatar nah, pero me daban contracciones y me cagué por la patabajo.

A las 4:00 deciden ponerme la epidural (gracias, gracias), pero como tengo un tatuaje justo en el sitio del pinchazo, primero se lo piensan un rato. Son valientes y lo hacen. Una horita de descanso. Conseguimos dormir los dos un rato. Pero a la hora, me vuelven los dolores, sobretodo por el lado izquierdo. La gine viene, me explora y me dice que tengo el goteo bajito, porque si no no voy a dilatar (qué simpática ella). Llevo 2 cm de mierda dilatados. Vuelve mi amiga la gine y me dice que hagamos unos pujos, para colocar la cabeza y que ayude. Ñññññññ...

A las 8:00 le digo al padre novato que necesito más epidural. Estoy agotada física y sobretodo, psicológicamente. Llevo 18 horas de parto y 3 cm de dilatación. Va a hablar con mi matrona de la noche (a esta la amo, fue encantadora todo el tiempo) y le dice que a ver si pueden ponerme un chucetillo de epidural. Ella, muy solícita me trae a un anestesista y me dan otro mini descanso. Me exploran y me dicen que me van a hacer cesárea porque ya lleva demasiado tiempo rota la bolsa y esto no avanza. Por mi estupendo, con tal de que se acabe ya.

Me dan otro poco de anestesia, y empieza el mambo. Me dicen que habrá un rato que puede que me "moleste" un poco, miermana, ya me habló de eso, me dijo que vio en un documental que a una mujer le hacían una cesárea y chillaba. Al principio todo bien, de charleta con el anestesista, pero ay.. al poco empecé a notarme otra vez todo el lado izquierdo ¡DOLOOOOORR INFINITOOOO!! se acabó la charla, apreté los dientes, me sujeté a la camilla con todas mis fuerzas y entre lagrimas silenciosas, aguanté como una jabata sin chillar. Me tuvieron que sujetar la pierna izquierda, porque no paraba de moverla del dolor. Sacan a N y me la enseñan, "pobrecita, tiene mi nariz" la beso y se la llevan, porque llega el momento del pespunte en todas sus capas. Más dolor del infierno.

Anestesista - ¿te notas esto?- mientras presiona mi muslo izquierdo
Yo- Sí
Anestesista - Pero es como corcho ¿no?
Yo - Bueno.. no. Lo noto bastante normal.
Anestesista -…

Al día siguiente, tenía unas contracturas de caballo en la espalda, no sabía si me dolía más la tripa o la espalda. Vi a una compi del curso de preparación al parto, a ella también le había hecho cesárea y le digo "Jo, como duele la cesárea, eh" y ella me contesta "No, que va. No duele nada".


Este relato es una de las razones por las que hago el blog. AMIGAS, QUEJAROS MUCHO SI OS DUELE, NO SEÁIS GILIPOLLAS.

Y para completar este relato del horror, os deleitaré con N en estado recién nacida.


domingo, 3 de junio de 2012

ACHAQUES DE EMBARAZADA

Dentro de la sección de embarazo y lactancia, he decidido crear una serie de viñetas dedicadas a esa frase que tantas veces me dijeron cuando estaba preñada: "TRANQUILA ESO ES NORMAL". Al parecer casi todos los males que se tienen durante el embarazo son lo más normal del mundo, pero eso no los hace más llevaderos.

Mis achaques
: varices, exceso de babas, vómitos, ascos, ardores, microvejiga, colesterol y anemia. 
Otros achaques normales: retención de líquidos, ciática, cansancio extremo, hemorroides, dolor de ingle, diabetes gestacional, estreñimiento, encías sensibles, mala leche..
(iré completando con vuestros comentarios, pero recordad, tienen que ser "normales")


Hoy os hablaré de las varices:

Siempre he sido propensa a ellas, pero en el embarazo la cosa se multiplicó. Las que ya tenía aumentaron de tamaño y además, me aparecieron arañas vasculares, que son esas más pequeñitas y rojizas. Para remediar las molestias en las piernas, las podía siempre que podía en alto y por la noche el padre novato me daba un masajito para activar la circulación. Eso sin contar que yo camino mucho y durante el embarazo no dejé de hacerlo.

También me salió una variz en un lugar que nunca me hubiese imaginado (sí, ahí) pero la matrona me dijo "tranquila, eso es normal". ¡Pues yo nunca había oído hablar de esas!  Y no creáis que me ha sido fácil hablar de ella por aquí, me da vergüencita, pero creo que si alguna de vosotras está embarazada y tiene,  le ayudará pensar que no está sola. A mí me hubiese gustado saber de ellas antes de conocerlas.

Para animaros os diré, que ahora mismo solo tengo a mis viejas amigas, todas las que salieron en el embarazo me fueron desapareciendo tras el parto.

miércoles, 25 de abril de 2012

BOLSAS PARA EL HOSPITAL

Estas son las cosas que metí en mis bolsas para el hospital. Llevé mi embarazo por la seguridad social en Madrid. Las cosas cambian un poco por comunidades o por privada, pero esto es lo que deberiáis llevar a grosso modo:



No pongo en la lista que llevéis la documentación y la tarjeta sanitaria, porque se supone que siempre debemos llevarla. Tampoco he puesto cámara de fotos porque casi todos los teléfonos tienen ya buenas cámaras y el móvil lo llevamos todas en el bolso.